Complicaciones - Fístula rectovaginal: Plastia levator anterior con reconstrucción simultánea del esfínter

  1. Complicaciones intraoperatorias

    Con una técnica correcta, una preparación cuidadosa y una hemostasia sutil (electrocoagulación, ligadura) las complicaciones intraoperatorias son muy raras.

  2. Complicaciones postoperatorias

    Complicaciones postoperatorias

    Hemorragia posoperatoria
    Las hemorragias posoperatorias significativas son bastante raras después de la reparación de fístulas y ocurren, por ejemplo, con mayor frecuencia después de hemorroidectomías. La eliminación inmediata posoperatoria de sangre fresca o un sangrado por goteo prolongado son indicios de una fuente de sangrado intraoperatoria pasada por alto. Dependiendo de la intensidad del sangrado, se requiere una revisión quirúrgica, en caso de reacción circulatoria de inmediato. Las hemorragias secundarias en el contexto de trastornos de la coagulación deberían ser la excepción.

    Infecciones de la herida
    La complicación posoperatoria más importante es la infección con posible dehiscencia secundaria de la sutura, lo que generalmente va acompañado de una persistencia de la fístula.

    Profilaxis:
    Drenaje suficiente de las partes más profundas de la herida, mediante el cierre de la herida solo con unas pocas suturas de botón individuales adaptadas de forma holgada, con lo que se puede prevenir en gran medida el desarrollo de un hematoma posiblemente superinfectado secundariamente y se permite una sondaje regular de la herida (véase fig.).

    Retención urinaria posoperatoria
    Una retención urinaria posoperatoria después de intervenciones proctológicas se debe generalmente a una terapia analgésica insuficiente y a una administración intravenosa de líquidos demasiado alta.

    Profilaxis:
    Terapia analgésica suficiente y permanencia del catéter vesical permanente durante los primeros días posoperatorios.

    Dispareunia
    Una cohabitación dolorosa es descrita por hasta el 25 % de las pacientes sexualmente activas y se debe a un estrechamiento de la vagina relacionado con la sutura o a la formación de cicatrices.

    Profilaxis:
    Comprobación intraoperatoria cuidadosa del ancho suficiente de la vagina.

    Trastornos de la continencia
    Una reducción del rendimiento de la continencia fecal por la reparación de la fístula no siempre se puede evitar y se describe en publicaciones con una frecuencia de hasta el 30 %. Los factores de riesgo más importantes son:

    • Alcance de la intervención quirúrgica
    • Número de operaciones previas o daños previos (p. ej., por partos)
    • Extensión de la pérdida de sustancia de la musculatura esfinteriana

    En caso de recidivas de fístulas, por lo tanto, la curación definitiva y el trastorno potencial de la continencia deben sopesarse entre sí, lo que debería ser objeto de una amplia información al paciente. Por otro lado, los trastornos de continencia preexistentes pueden reducirse en el marco de la reparación de la fístula mediante una reconstrucción simultánea del esfínter.