Ante la sospecha clínica de un carcinoma bronquial, se debe realizar una tomografía computarizada con contraste del tórax y el abdomen superior con visualización del hígado (con fase portal venosa) y las glándulas suprarrenales. La complementación del diagnóstico preoperatorio con un diagnóstico FDP-PET-CT mejora considerablemente el diagnóstico de los ganglios linfáticos.
En una estrategia de tratamiento curativo, en caso de alteraciones de los ganglios linfáticos mediastínicos demostradas en las imágenes, se debe realizar una aclaración histológica. Inicialmente, se debe realizar aquí una aspiración con aguja fina mediante ultrasonido endobronquial. Si a pesar de los ganglios linfáticos morfológicamente sospechosos en las imágenes no se puede demostrar malignidad, se debe realizar un procedimiento quirúrgico, es decir, la resección de ganglios linfáticos por VATS o una mediastinoscopía con biopsia de ganglios linfáticos.
Nota: Una invasión tumoral de los ganglios linfáticos mediastínicos representa una invasión N2 y, según la clasificación UICC, es al menos un estadio IIIa. Aquí, además de la operación primaria, también es posible un concepto de terapia multimodal y el algoritmo de terapia en la guía no está definido de manera concluyente. Se recomienda un tratamiento en centros y en el marco de estudios.