- Hemorragias
p. ej. lesión de la vena porta - Pancreatitis
páncreas muy frágil, blando o error del asistente → daño por presión del gancho - Anatomía vascular
arteria hepática derecha atípica, ¡síndrome de Dunbar no reconocido! (síndrome de compresión del tronco por el lig. arcuatum) → A. gastroduodenalis, debe desconectarse → división del lig. arcuatum
CAVE: Electrocoagulación en el ductus hepaticus communis (daño isquémico→ insuficiencia posterior)
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Complicaciones intraoperatorias
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Complicaciones posoperatorias
- Insuficiencia anastomótica de la pancreático-yeyunostomía (4-20 %)
- Insuficiencia anastomótica de la hepático-yeyunostomía (2-6 %)
- Hemorragia (erosiva) (2-10 %)
- Atonía y trastorno de vaciamiento gástrico (8-15 %)
- Pancreatitis y absceso intraabdominal (2-6 %)
Las insuficiencias anastomóticas representan el problema principal y suelen reconocerse de manera tardía ante síntomas no característicos. Ante la sospecha de una insuficiencia de la pancreático-yeyunostomía (secreción pancreática a través de drenajes, fiebre de origen desconocido, aumento de PCR, leucocitosis, pancreatitis acompañante y atonía) se debe realizar de inmediato una TC del abdomen con contraste i.v. En caso de limitación local, fuga pequeña y curso clínico leve se puede realizar un intento de tratamiento conservador. Un absceso acompañante puede drenarse de manera intervencionista, en caso de hallazgos más extensos está indicada la relaparotomía. En caso de páncreas remanente bien perfundido y condiciones locales favorables se puede realizar una sutura de la insuficiencia, de lo contrario la anastomosis debe rehacerse. Una pancreatectomía remanente se aplica en caso de reacción inflamatoria ambiental avanzada, en pancreatitis remanente grave con perfusión reducida y/o formación de necrosis local.
También en la insuficiencia de la hepático-yeyunostomía es necesario una revisión temprana, las insuficiencias pequeñas pueden suturarse, por regla general la anastomosis debe rehacerse. La pancreatitis remanente, hemorragias erosivas, atonía y trastornos de vaciamiento gástrico son fenómenos acompañantes frecuentes de la insuficiencia anastomótica. Especialmente la hemorragia erosiva, en la que generalmente como consecuencia de una insuficiencia la pared de los vasos viscerales es digerida por el jugo pancreático, representa un cuadro clínico potencialmente mortal y altamente agudo, que requiere una relaparotomía inmediata (en raros casos la intervención radiológica).